de mar y de guerra reclutada era de la mejor
calidad, lo que permitía dotaciones más reducidas,
mejorando para sus componentes las perspectivas en el reparto
de las presas, favoreciendo todo ello al desarrollo de la
profesionalización, y mejorando el rendimiento del
buque y de la flota.
La marinería, particularmente escogida
y voluntaria, era en parte de la propia Rodas o Malta y en
parte seleccionada entre los numerosos aspirantes que acudían
con la esperanza de obtener participación en las presas.
La chusma era por lo general de esclavos
escogidos por su fuerza y condiciones, dejándose los
demás para los servicios en tierra y la atención
de los hospitales. Al armarse nuevas galeras se repartía
la chusma veterana entre todas, para tener un adiestramiento
parejo. Para perfeccionar y completar la labor de sus naves,
la orden adoptaba dos tipos de contratos con buques de particulares
armados en guerra: el asiento de galeras y el otorgamiento
de patentes de corso.
En ninguno de los dos casos resultaban onerosos
para el común Tesoro, ya que, tanto los potentados
que disponían de galeras o de pequeñas agrupaciones,
como los de otros tipos de bajeles, iban "a su riesgo
y ventura", a diferencia de las naves extranjeras contratadas
por el rey de España o el de Francia para las que empezaba
a correr el sueldo desde el momento de la contratación.
Los buques del siglo XVIII
En 1700 y como respuesta a la mejora armamentista
musulmana que adopta el jabeque junto a los tipos tradicionales
se crea el escuadrón de navíos en su versión
menor de doble puente o cubierta. Su poder artillero no
tiene precedente ya que porta más de 60 cañones,
colocándose en la cubierta más baja las piezas
de mayor calibre. La artillería situada en la cubierta
baja tiene por objeto abrir vías de agua en el casco
enemigo por
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Scene di scontri tranavi
dell'Ordine di San Giovanni e navi algerine. Olio su
tela. Collezione Guido Tommasi. |