ACTIVIDADES MEDICAS Y HUMANITARIAS
La antigua regla de la Orden de "Obsequium pauperum", o bien, la asistencia a los que sufren, sigue en vigencia hoy en más de 110 países.
Las actividades de la Orden incluye asistencia médico-social, auxilio a las víctimas de los conflictos armados o de las catástrofes naturales, ayuda a jóvenes y la organización de cursos de primeros auxilios.
La acción humanitaria de la Orden se desarrolla a través de sus 10.000 miembros, sus cerca de 80.000 voluntarios y sus 11.000 empleados, muchos de ellos médicos o sanitarios.
Los organismos nacionales de la Orden (Grandes Prioratos, Asociaciones Nacionales, servicios de socorro y fundaciones) son los responsables del desarrollo de las actividades en los países en los que están presentes. Las instituciones permanentes como hospitales, refugios para pobres y centros para ancianos, son dirigidas por los Prioratos, las Asociaciones o por los organismos por ellos controlados.
SERVICIOS DE SOCORRO Y CUERPOS DE AMBULANCIAS
La mayor parte de los 80.000 voluntarios trabajan dentro de los servicios de socorro y en los cuerpos de ambulancias. Su función principal consiste en administrar primeros auxilios, intervenir en catástrofes naturales y prestar servicios sociales. Los servicios de socorro, presentes hoy en 30 países, también desarrollan una labor intensiva con los jóvenes. Desde la fundación del servicio de ambulancias en Irlanda en 1938, estos servicios se han convertido en una de las actividades más importantes de la Orden. Después de la caída del Telón de Acero, los servicios de socorro han tenido un notable desarrollo en los países de la Europa Central y Oriental. A través de estos servicios, la Orden ha podido expandir sus actividades considerablemente y reunir los esfuerzos de un gran número de personas que prestan su ayuda dentro del espíritu de la Orden. El compromiso social cristiano se desarrolla de manera organizada y socialmente responsable, como parte integrante de la comunidad. La vitalidad y el poder de convocatoria de la misión de la Orden están demostrados de una manera nueva, especialmente a través de los servicios de socorro.
HOSPITALES, CENTROS MEDICOS Y PROGRAMAS SANITARIOS
Muchos hospitales de la Orden están en Europa, especialmente en Alemania, Francia, Bélgica, Inglaterra e Italia. Entre las instituciones de la Orden se distingue el Hospital de San Juan Bautista en Roma, centro especializado en neuro-rehabilitación y en la cura de los enfermos cerebrales. Los hospitales en Bélgica y en Inglaterra, así como algunos hospitales en Alemania, tienen unidades especializadas en el tratamiento de los enfermos terminales. La asistencia a estos enfermos en hospitales y en hospicios o directamente en sus domicilios se ha aumentado en los últimos años y se ha convertido en uno de los objetivos primarios de las actividades sanitarias de la Orden. Otras unidades especializadas existen en Argentina, Italia, Estados Unidos, Sudáfrica y Australia.
Actuar de acuerdo con los principios éticos católicos en todos los sectores de la medicina, con la ayuda de tantos voluntarios debidamente entrenados, es una parte importante de las actividades de la Orden. Además de los hospitales y los centros médicos de la Asociación de Obras Hospitalarias Francesas de la Orden de Malta dentro de Francia, la Asociación tiene hospitales en Benín, Togo y Senegal. El Hospital de obstetricia de Belén es de especial importancia: en esta común iniciativa, bajo la responsabilidad operativa de la Asociación de Obras Hospitalarias Francesas, toda la Orden contribuye activamente. Desde 1990 hasta hoy más de 25.000 niños han nacido en este centro.
En Senegal y en Camboya la Orden tiene hospitales especializados en la cura de la lepra, que desde hace mucho tiempo ha representado uno de los principales objetivos de la Orden en el Tercer Mundo. Dentro de esta línea, la Orden, a través de la Asociación Española, primero rehabilitó y ahora sostiene el poblado anexo a la Leprosería de Micomeseng, en la Guinea Ecuatorial, donde residen enfermos de lepra con sus familiares (110 familias). También, desde hace muchos años, financia los cursos a nivel internacional para misioneros, personal médico y asistentes sociales que se imparten anualmente en España en la Leprosería de Fontilles (Alicante).
A través del CIOMAL (Comité Internacional de la Orden de Malta), con base en Ginebra y constituido expresamente para esta finalidad, la Orden ha desarrollado el programa nacional de lucha contra la lepra en Camboya, y ha asistido a enfermos de lepra en otros países, especialmente en Brasil. Recientemente el CIOMAL ha ampliado su radio de acción para incluir las madres afectadas de sida, procurando prevenir que los recién nacidos contraigan esta terrible enfermedad. Importantes proyectos en este campo están en marcha en México y en Senegal.
La Orden de Malta gestiona numerosos centros médicos en diversos países del mundo. Dispone de varios centros en Italia especializados en el tratamiento de la diabetes y de un centro médico dedicado a la diabetes infantil en Praga, en la República Checa. La mayoría de los dispensarios de la Orden están en el Líbano y en el Salvador. En estos países las iniciativas de la Orden se desarrollaran sobre todo durante sus respectivas guerras civiles, tanto que constituyen hoy parte esencial de sus servicios sanitarios nacionales. Otros ambulatorios y centros médicos operan en Polonia, Hungría, los Estados Unidos, la República Dominicana, Brasil, Perú y Sudáfrica. En diversos países en vías de desarrollo, muchos hospitales, centros médicos y dispensarios están sostenidos, y en algunos casos dirigidos, por la Orden.
En varias zonas de Africa afectadas por conflictos armados, la Orden ha asumido la dirección, por periodos limitados de tiempo, de algunas de estas instituciones, y las ha rehabilitado o las ha proporcionado ayuda. En el distrito de los Grandes Lagos y en Kerala en la India, la Orden contribuye activamente en la creación de un servicio sanitario público básico. La Asociación de Obras Hospitalarias Francesas ayuda a numerosos instituciones en diversos países del Africa Occidental y en Madagascar. Una ayuda importante consiste en el sistema organizado por la Orden en Francia, y aprobado por la Organización Mundial de la Salud, para la recogida, control y catalogación de medicinas y su transporte a áreas subdesarrolladas. En numerosas ocasiones la Orden, a través de los servicios de socorro Alemanes, se ha encargado del servicio médico durante las misiones de paz de las Naciones Unidas (América Central, Kuwait, Timor Oriental, los Balcanes).
INSTITUCIONES PARA DISCAPACITADOS
En Francia la Asociación tiene cinco centros especializados en el tratamiento de personas seriamente discapacitadas. Además la Orden tiene otros centros para discapacitados en Hungría, Ecuador y el Líbano. Adicionalmente, la Orden lleva a cabo muchas actividades para personas discapacitadas que incluyen: la peregrinación anual a Lourdes y a otros lugares sacros, campamentos de verano para jóvenes discapacitados, y servicios de transporte para enfermos, especialmente en Alemania y Escocia.
INSTITUCIONES Y ASISTENCIA A LOS ANCIANOS
Los programas de asistencia a los ancianos aumentan constantemente en su importancia. La Orden tiene numerosos centros especializados en Inglaterra, Alemania, España, Austria, los Estados Unidos, Chile y en México. En diversos países la Orden ha incrementado los programas para simplificar la vida a los ancianos, entre ellos la entrega de comida y de compras a domicilio, servicios de transporte, y un sistema de llamadas de emergencia.
INSTITUTCIONES PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES
En Brasil, México y Chile la Orden se dedica a numerosos programas para asistir a los "niños de las favelas". Hace mucho tiempo tiene un centro modelo en Sao Paolo donde se les presta atención médica, asistencia social, y ofrecen programas escolares y cursos de formación para jóvenes madres solteras. Así mismo, la Asociación de la Orden en México tiene a su cargo un colegio con un internado anexo.
La Orden tiene un hogar para chicas jóvenes con problemas sociales en Oporto, Portugal; asilos tradicionales en Alemania y en Sudáfrica, y recientemente se han puesto en marcha proyectos para adolescentes con problemas sociales en Alemania.
Otra parte importante de las actividades de la Orden está dedicada a grupos juveniles en los que los niños y los adolescentes siguen cursos de primeros auxilios y en que se les sensibilizan a asumir responsabilidades sociales.
PERSONAS "SIN TECHO" Y TOXICODEPENDIENTES
En Bélgica, Francia, Suiza y Hungría, la Orden tiene centros para la cura y el alojamiento de los "sin techo". Las actividades en este sector se desarrollan también en Alemania, Italia y los Estados Unidos. En Alemania y en Portugal la Orden trabaja activamente en el campo de la asistencia a los toxicodependientes. También en Portugal, la Asociación tiene un centro para la rehabilitación de los toxicodependientes.
AYUDA HUMANITARIA EN EMERGENCIAS
El Sudan, atormentado por la guerra civil, Honduras, duramente golpeada por el huracán Mitch, Ruanda, Kósovo y Irak, son solo algunos de los países donde la Orden ha intervenido con ayuda propia: víveres, medicinas, estructuras de socorro rápido y personal sanitario. En situaciones extremas, difíciles y arriesgadas, la Orden ha aliviado sufrimientos y salvado vidas humanas. El auxilio prestado a las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales es una función tradicional de la Orden. Su compromiso aumentó sensiblemente en la segunda mitad del siglo XIX y se consolidó durante el curso de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial. Las intervenciones más importantes en los últimos años han sido: la ayuda a los refugiados en la crisis húngara de 1956; la creación y la administración de un hospital durante la guerra del Vietnam; la asistencia medica ofrecida durante muchos años en Tailandia; la asistencia medica durante las guerras civiles en el Líbano y El Salvador; la asistencia a refugiados durante la crisis Kurda y en el distrito de los Grandes Lagos en África; las numerosas acciones de socorro efectuadas durante la crisis de los Balcanes (1999); la ayuda a las poblaciones después de los terremotos en Friuli, Italia, al final de los años 70, en Armenia en 1989, de nuevo en Italia en 1997, en Colombia y en Turquía en 1999, en El Salvador en 2000, y en la India en 2001; la ayuda después de las inundaciones y los huracanes en Ucrania, Hungría, Rumania y Honduras en 1998, en Polonia en 1999, y en Mozambique en 2000 y 2001. Para mejorar la capacidad de respuesta de la Orden en casos de catástrofes, varios Prioratos y Asociaciones Europeas de la Orden colaboraron para establecer el ECOM (Cuerpo de Emergencia de la Orden de Malta), en el cual cada entidad de la Orden coordina y desarrolla acciones de socorro bajo una dirección centralizada.
La misión humanitaria de la Orden está facilitada por sus relaciones diplomáticas. La presencia de sus embajadores apoya eficazmente a la Orden en sus intervenciones. La Orden de Malta es neutral, imparcial y apolítica, y por esto se arriesga a intervenir con su personal y medios hasta en las situaciones más difíciles, en las cuales otras organizaciones tienen dificultad para actuar.
La Orden de Malta también desarrolla proyectos para asistir a las poblaciones después de la fase aguda de las emergencias, allá donde sean necesarios centros sanitarios y hospitalarios. En los Balcanes, por ejemplo, estas actividades son muy extensas y son administradas en estrecha colaboración con el ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados). Actividades del mismo tipo han sido llevadas a cabo en el distrito de los Grandes Lagos en Africa, en Mozambique, Honduras, El Salvador y la India.
REFUGIADOS
Otra actividad tradicional de la Orden es asistir a los refugiados y a cualquiera que pida asilo. Actualmente la Orden dirige proyectos a largo plazo en Alemania y en Tailandia. Cuando las circunstancias lo requieran, la Orden proporciona ayuda para proyectos a corto plazo.
FINANCIACIÓN DE LAS ACTIVIDADES DE LA ORDEN
Es difícil responder exhaustivamente a la pregunta de donde proviene la financiación de las actividades de la Orden, ya que depende en gran parte del país y del tipo de iniciativa.
Solo en Italia y en Austria las antiguas propiedades de la Orden contribuyen a financiar los gastos administrativos. En otros países, la Orden no tiene propiedades dignas de mención, si se excluyen las propias instituciones médicas y sociales. La recolección de fondos, en su sentido más amplio, es una actividad crucial para dar vida y garantizar el desarrollo de las actividades de la Orden.
En la Europa Occidental y Meridional muchos programas e instituciones médicos y sociales están garantizados gracias a los convenios concertados con los servicios sanitarios y sociales nacionales. Las donaciones de miembros y no miembros de la Orden contribuyen a financiar numerosas actividades, a veces de manera decisiva. En los países en vías de desarrollo, las actividades se sostienen mediante ayudas concedidas por los Grandes Prioratos y las Asociaciones Nacionales de la Orden, por la Unión Europea, las Naciones Unidas, o por otros organismos internacionales. Lo mismo sucede con la financiación de operaciones de socorro. Especialmente en Francia y Alemania, cientos de miles de donantes privados contribuyen a la financiación. Los fundos que provienen de gobiernos y organismos no gubernamentales, y también de fundaciones, muchas veces están vinculados a condiciones específicas y restringidas y, en consecuencia, solo pueden ser utilizados para actividades bien definidas. Son las donaciones privadas las que dan a la Orden la posibilidad de responder con prontitud y eficacia en situaciones de emergencia.
Todas las Asociaciones, fundaciones, hospitales, ambulatorios y cada una de las actividades de la Orden son sometidas a inspecciones regulares por parte de entidades externas. La administración es controlada por expertos profesionales, sobre la base de las respectivas leyes nacionales. Aparte de estos controles locales, todas las entidades de la Orden están sometidas también al control del Tribunal de Cuentas de la propia Orden.
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