“No somos una potencia política,somos una asociación humanitaria de inspiración cristiana porque todos somos católicos practicantes. Tenemos una posición de neutralidad desde la fundación de la Orden, es decir desde hace novecientos años. Nos ocupamos de los indigentes, independientemente de su raza, color, sexo o religión; tener esta actitud en la Edad Media significaba estar a la vanguardia”.
Con estas palabras el Conde Jacques de Liedekerke, Gran Canciller de la Orden de Malta ha respuesto a las preguntas de Suzanne Baaklini, periodista de l’Orient-Le Jour, cotidiano de Beirut, donde se llevò a cabo la reunión de los Presidentes de las Asociaciones de la Orden de Malta los días 4 y 5 de junio 2002.